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Definiciones
Origen de los Deslizamientos
A continuación se detallan los factores principales que contribuyan a la formación de este tipo de procesos:
Clima
El clima de acuerdo con las características que presenta puede favorecer la inestabilidad del subsuelo al aportar una suficiente cantidad de agua. Ello debido a la presión que ejerce el líquido en los poros y fisuras del suelo. Así mismo, las lluvias y la formación de corrientes de agua por la superficie (escorrentía superficial) favorece los procesos de erosión.
Las altas precipitaciones en combinación con el tipo de suelo en algunos casos material muy alterado fomenta la formación y aceleración de los deslizamientos ya que un suelo arcilloso se satura por la cantidad de agua recibida, se hace más pesado y unido con el grado de pendiente existente, se puede deslizar.
Topografía
Los deslizamientos ocurren con mayor frecuencia en terrenos de pendiente pronunciada y desprovistos de vegetación.
Geología
Aporta un número de parámetros importantes para comprender la inestabilidad de las laderas.
a. Litología
Los tipos de rocas y la calidad de los suelos determinan en muchos casos la facilidad con que la superficie se degrada por la acción de los factores externos entre los cuales tenemos (meteorización, intemperismo, etc.)
b. Estructuras
Determinan zonas de debilidad (fallas, diaclasas y plegamientos), y la colocación de los materiales en posición favorable a la inestabilidad (estratos)
c. Sismicidad
Las vibraciones provocadas por sismos pueden ser lo suficientemente fuertes como para generar deslizamientos de diversa magnitud, afectando extensas áreas. Un ejemplo son los sismos en Puriscal, 1990 y Limón, 1991.
d. Vulcanismo
Es un elemento disparador de fenómenos de inestabilidad, tanto por la propia actividad volcánica (sismos volcánicos y deformación del aparato volcánico), como por la acumulación progresiva de materiales fragmentarios (cenizas, bloques, etc.) que por sus características físicas favorecen la inestabilidad de los terrenos en áreas aledañas al aparato volcánico.
Factores Antrópicos (actividad del hombre)
Todos los fenómenos descritos anteriormente forman parte del natural equilibrio geológico y que puede romperse con la actividad constructiva y destructiva del hombre. De esta manera, el ser humano contribuye a provocar o acelerar estos fenómenos.
Esto sucede, cuando la actividad humana se realiza sin una adecuada planificación, especialmente en obras viales (carreteras y puentes) explotación de tajos, desarrollos urbanísticos, rellenos mal hechos, corte en el perfil natural de laderas, deforestación: prácticas agrícolas deficientes en la conservación de suelos, entre otros. Todo esto promueve procesos de inestabilidad en suelos que en cierta medida son naturalmente vulnerables a esta clase de fenómenos y que tienen graves consecuencias en el futuro.
Clasificación de los deslizamientos según el movimiento
Dependiendo de la velocidad, los deslizamientos se pueden clasificar en: rápidos y lentos.
Rápidos:
Alcanzan velocidades hasta de metros por segundo y se pueden originar en zonas con pendientes muy fuertes y empinadas, donde domina la caída de rocas y residuos que se acumulan formando un talud, o se puede producir al deslizarse una gran masa en segundos o minutos. Entre ellos tenemos, desprendimientos y flujos de lodo.
Lentos:
Las velocidades son del orden de centímetros o metros por año. Se caracterizan por transportar gran cantidad de material.
Evidencias que muestran la presencia de un deslizamiento lento son: la inclinación de los árboles a favor de la pendiente, la inclinación de cercas, el agrietamiento de casas, etc.
Los efectos más importantes de los deslizamientos son:
- Ruptura o agrietamiento del suelo
- Erosión intensa
- Sepultamiento de infraestructura
- Pérdida de vidas
- Derrumbes
- Represamiento y generación de embalses en cauces fluviales con desarrollo de eventuales avalanchas de lodo y rocas.
Actividades a realizar Antes, Durante y Después de un Deslizamiento
- Conocer el área donde se va a construir.
- Conocer bien el área donde se vive, identificando aquellas zonas vulnerables a deslizamientos.
- Tener identificadas vías de evacuación.
- No construir viviendas en lugares de fuerte pendiente o laderas.
- Usar prácticas de manejo del suelo en actividades de cultivos, ganaderas de acuerdo con las características de la zona.
- Utilizar el bosque racionalmente.
- No permanecer en el área de la amenaza.
- Evacuar a sitios de seguridad indicados.
- Esperar las recomendaciones de un organismo responsable.
- Reubicar a zonas de mayor seguridad
- Aplicar medidas de mitigación dadas por los organismos responsables.